Extrajo con solemnidad el plateado tarjetero desde sus ropas. La ocasión ameritaba silencio. Lo miró directo a los ojos y le regaló una sonrisa paternal.
La tarjeta de cartón con letras doradas traía su número de teléfono móvil y dirección de e-mail, bajo el nombre Jesús, se leía: Carpintero/El Mesías. Atención las 24 horas.
Pablo Otaíza Pérez