martes, febrero 05, 2008

DESTINO


La cara del padre mezclaba la desesperación y el miedo. Mirando a los ojos rojos de su hijo, después de discutir por enésima vez el mismo tema. Gritó:

-¡¿Hasta cuando vas a querer ser artista?!

- ¡Por siempre!…dijo, dando media vuelta, hurgando en su bolsillo helado, alguna moneda escasa para poder pagar el bus de vuelta.

Guardó el pan con mantequilla que le regaló su madre en su bolso y abrió Rayuela en el capítulo 16…esbozó una sonrisa.
Pablo Otaíza

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace mucho que escribo
Hace mucho más que leo
Y todavía no leí Rayuela
Creo q Julio se enojaría mucho conmigo, casi tanto como este padre q aquí aparece

Tuve suerte nadie se metió en mi elección de vida.


J.


proyectoazucar.blogspot.com

Ana Ortiz dijo...

He saboreado tus cuentos en esta mañana y debo decirte q me han gustado mucho.
En pocas palabras logras decir mucho.

Libelula dijo...

Mientras tenga claro su sueño, espero que el niño siempre tenga coraje para seguirlo.

Rockfo dijo...

jej la realidad de un artista. Bien graficado

Salu2

Viriz dijo...

Es mejor una moneda escasa, un pedasillo de pan que no llena el hambre, a renunciar al sueño o a la vocación.

Un retrato de la vida, me ha gustado.

Besos :-)

Fata Morgana dijo...

joder, hagomos lo que queramos si de verda lo queremos y no por tontas rebeldias, yo no podria mutilar a mis hijos impiiendoles ser lo que quieran... me ha gustado tu historia, he ido a buscar rayuela y lo he abierto el la pagina 16 tambien tengo una sonrisa gracias por ello