Kaiser ya no muerde ni despierta como antes. Esos años en los que frente al menor ruido la bestia saltaba y mordía, estaban en el pasado. Por otra parte él tampoco tenía la velocidad de antaño, ni la capacidad de pasar inadvertido frente a su depredador.
Lleva quince años entregando cartas en el pasaje ocho, lleva quince años esperando que Kaiser le mueva la cola.
Lleva quince años entregando cartas en el pasaje ocho, lleva quince años esperando que Kaiser le mueva la cola.
4 comentarios:
Kaiser ahora tiene otros sueños.
Unos que le llevan bastante lejos.
Qué lindo lugar... me siento como en casa, disfrutando letras excelentes.
Me encanta Amor 77
Y este blog tb.
los recorridos son extraños sobre todo en silencios de pavimentos mojados o de teclas pegajosas por el frio
saludos
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